El presunto asesinato de Arafat fue denunciado en julio pasado a un tribunal de la ciudad francesa de Nanterre por su viuda, Suha, después de que un instituto científico suizo, con la ayuda de la cadena de televisión Al Yazira, descubriera restos de polonio 210 en algunas de las ropas y utensilios más privados del mítico líder palestino. Se trata de un material altamente radiactivo que apareció en cantidades anormales, y de confirmarse que el cadáver también las absorbió podría ser un indicio casi concluyente de que el líder palestino fue envenenando.
El polonio 210 es un elemento radiactivo más tóxico que venenos como el cianuro. Su víctima más famosa es Alexander Litvinenko, un disidente ruso y ex espía que murió en Londres en 2006 luego de que alguien pusiera esa sustancia en su té en un restaurante.
La exhumación
Taufik Tiraui, presidente de la comisión creada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para investigar las razones de la muerte de Arafat en 2004, adelantó el pasado fin de semana que el procedimiento para la exhumación del cadáver y las investigaciones in situ se llevan a cabo de acuerdo a la "soberanía palestina". "Hay un acuerdo entre los palestinos y las diferentes partes", dijo Tiraui, que explicó que el equipo judicial francés a cargo del caso se ocupará de la investigación en el terreno, pero que "sólo la Fiscalía palestina tomará testimonio a la gente".
Además de exhumar el cadáver, los investigadores franceses recuperaron ropa del difunto e interrogarán a las personas que trabajaron y estuvieron en contacto con Arafat entre el 1 de enero y el 28 de octubre de 2004 poco tiempo antes de su muerte.
"Si tenemos la prueba de que Yaser Arafat fue envenenado, iremos a la Corte Penal Internacional (CPI)", prometió Taufiq Tiraui, durante una conferencia de prensa. Esta exhumación se produce dos días antes de una votación en la Asamblea General de la ONU sobre una demanda palestina para convertirse en Estado observador. Este estatuto, que debería ser aprobado por la Asamblea General, permitirá a Palestina pedir su adhesión a la CPI, a la que podrá recurrir. "Será el primer caso en que los palestinos recurrirán a la CPI después de haber obtenido el estatuto de Estado observador en la ONU", destacó Tiraui en una conferencia de prensa después de la exhumación.
Por su parte, en contraposición al planteo palestino el portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Yigal Palmor sostuvo que "Yaser Arafat falleció en un hospital francés, todos los elementos se encuentran en su expediente médico. No hay más que consultarlo". Por su parte Roland Masse, miembro de la Academia de Medicina francesa, declaró que "cuando alguien entra en contacto con altos niveles de polonio, el cuerpo sufre una fuerte radiación que se traduce en una anemia y una enorme reducción de los glóbulos blancos. Arafat no presentaba ninguno de estos síntomas".
El líder palestino murió a los 75 años el 11 de noviembre de 2004 en un hospital militar cerca de París, adonde fue trasladado con acuerdo de Israel, que desde hacía más de dos años lo asediaba y mantenía confinado en el interior de la Muqata, la sede del gobierno de la Autoridad Palestina.
El rápido deterioro de la salud de Arafat y las acusaciones en ese sentido por su médico de cabecera de toda la vida, el jordano Ashraf Al Kurdi, alentaron todo tipo de teorías conspirativas sobre un posible envenenamiento, que se vieron reforzadas por el descubrimiento del polonio por el Instituto de Radiación Física de Lausana (Suiza) en julio pasado.
Arafat, era líder indiscutido del pueblo
palestino y reconocido a nivel mundial, sin heredero político de su estatura,
convertido en símbolo de la lucha por la autodeterminación, sobreviviente de no
pocos atentados. La mera existencia de Arafat era un desafío para Israel.
Arafat tenía otro
“inconveniente” para el Estado sionista: su laicismo. Israel alentó la
formación de grupos religiosos como Hamas para dividir a la
Organización de Liberación de Palestina.El periodista israelí Uri Dan,
confidente y colaborador del ex primer ministro Ariel Sharon, presenta en su
libro Ariel Sharon: An Intimate Portrait algunos indicios no desdeñables. Dan le
había sugerido al premier que capturara al líder palestino y lo procesara en
Jerusalén, como a Eichmann, pero Sharon le aseguró “que
estaba abordando el problema de otra manera” .
El propio Sharon declaró públicamente, siete
meses antes del deceso del líder palestino, que se desligaba de la promesa hecha
al presidente W. Bush de “no dañar a Arafat, la señal más fuerte de que
Israel podría atacar al inquieto líder
Es la segunda vez que el polonio 210 aparecía
como protagonista de hechos oscuros. La primera le tocó en Londres al ex
agente de la KGB rusa Alexander Litvinenko, que acusó al
Kremlin mientras agonizaba. Pero las ejecuciones extrajudiciales son
costumbre de Israel
Exhuman restos de Arafat