martes, 25 de junio de 2013

Cuevas de Antequera

Los dólmenes de Antequera ; "viera, menga y romeral" son unos de los mejores esponentes del megatilismo europeo. Los monumentos megalíticos muestran una amplia variedad de soluciones y técnicas arquitectónicas, pero generalmente pueden ser caracterizados por el uso de grandes bloques de piedra que forman cámaras y espacios techados con cobertura adintelada o en falsa cúpula y que son utilizados con fines rituales o funerarios. Los megalíticos constituyen las primeras formas de arquitectura monumental de la prehistoria de Europa desarrollándose de acuerdo con los datos actualmente disponibles desde comienzos del V milenio antes de nuestra era, periodo neolítico, es decir hace unos 6.500 años. Entre las primeras comunidades de agricultores y pastores de Europa occidental la arquitectura monumental megalítica sirve para fijar ideologicamente la presencia y arraigo de la sociedad en la tierra.En su función como cámaras mortuorias algunos megalitos son verdaderos depósitos de identidad cultural y genealógica; en tanto que templos y espacios rituales, también sirven para realización de ceremonias propiciatorias a menudo relacionadas con la fertilidad de la naturaleza y los antepasados. el profesor titular del departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada y miembro del Instituto Andaluz de Geofísica, Francisco Carrión, ha podido ya analizar detenidamente los resultados de la pruebas de carbono-14 hechas por la Universidad de Uppsala (Suecia). Estos arrojan dos cronologías: una del año 3790 a. C. y otra de 3730 a. C. Los datos le llevan ahora a investigar una nueva hipótesis: que Menga fue construida más de mil años antes de lo que se creía.

Carrión ha desvelado el hallazgo en Nantes (Francia), durante el congreso 'Tecnología de la antigua arquitectura del Oeste de Europa', celebrado hace unas semanas y al que fue invitado como ponente. En su intervención, titulada 'Dolmen de Antequera, Málaga (España). Análisis tecnológico I', Carrión disertó sobre los análisis arqueométricos, geoquímicos y geotécnicos realizados al dolmen; las aportaciones de la geología local y regional; el origen de las materias primas utilizadas y los estudios geofísicos hechos al sepulcro megalítico y sus inmediaciones. En este punto, el profesor citó las tres primeras dataciones que existen relacionadas con Menga y efectuadas por la Universidad de Uppsala a raíz de las pruebas de carbón localizadas: dos de ellas por debajo del atrio fechadas en 3790 y 3730 a. C. y una tercera que se halló en la base de construcción del túmulo -a cuatro metros de profundidad del punto más alto- y que ha sido fechada en 3640 a. C.

Sus constructores. Los constructores de los monumentos megalíticos son las primeras comunidades agrarias de las fértiles tierras del" valle del guadalhorce". En el entorno de la necrópolis se han identificado varios asentamientos de los periodos "neolítico" y de la edad del "cobre". Los periodos de apogeo del megalitismo, entre aprox. 5000 y 2200 antes de nuestra era. En la formación carstica de el "torcal" al sur de antequera, y la sierra de molina, hacia el noroeste, se encuentran asentamientos en cueva del periodo neolítico, como p.ej. la cueva del toro, la cueva de la pulsera o la cueva de la higuera. En algunos de ellos se han realizado investigaciones arqueologicas que han permitido establecer aspectos relativos al habitat, la tecnología y la economía de estos grupos. El asentamiento mas próximo a la necrópolis megalítica, no obstante, el cerro de marimacho, una pequeña colina situada a penas 200 m. al este de menga y viera. Aquí, a finales de la edad del cobre, c 2600-2200 a.n.e. existió una pequeña aldea al aire libre con viviendas semisubterraneas, en general es bastante improbable que ninguna de estas comunidades neolíticas y de la edad el cobre,integradas por no mas de unas pocas docenas de individuos, acometiera individualmente la formidable empresa de construir los enormes monumentos megaliticos.Esta tarea debió requerir una estrecha cooperación entre numerosa comunidades que compartián código,religiosos comunes, así como, una noción compartida de pertenencia tribal o clanica.

Dolmen de Viera


 El dolmen de viera puede considerarse, un sepulcro de corredor, que estaría formado por un largo corredor segmentado en dos tramos, al final del cual se disponía una cámara de planta cuadrangular a la que se accede, por medio de una puerta perforada cuadrangularmente en la primera losa. Edificado como Menga con técnica ortoestatica tiene un recorrido interior, de mas de 21 m. si tenemos en cuenta los datos proporcionados por la escavación de su acceso, longitud que puede ampliarse a mas de 22 m. exteriormente teniendo en cuenta la dimension de la losa de cubierta de la cámara y la que probablemente tuviera la que llegaría a cubrir su acceso exterior. Su anchura interior media, bastante regular, oscila entre 1.30 en sus tramos iniciales 1.60 m. en el tramo fina correpondiente a la cámara. Cada lateral del sepulcro debió estar formado por 16 losa de las que se conservan 14 en el lateral izquierdo y 15 en el derecho, mientras que la cabecera esta compuesta por una solo losa. De la cubierta se conservan 5 losas integras y fragmentos de otras 2, además pueden suponersele, la existencia de 3 o incluso 4 losa mas, desaparecidas en la actualidad.La altura interior media, del sepulcro es de poco mas de 2 m. El sepulcro se cubre con un túmulo y esta orientado a levante, ligeramente hacia el sur del este, acimut de 96' , por lo que sigue los patrones standard ibéricos.

Tholos de el Romeral



  El tholos del romeral, es un típico sepulcro de falsa cúpula. Tiene un corredor de mampostería y cubierta adintelada que conserva 11 losas, con una longitud max. de 26.3 m. una anchura media de 1.50 m. y una altura media de 1.95 m. La cámara, con la típica cubierta de falsa cúpula, tiene sus paredes ligeramente abovedadas, elaboradas en mampostería, que terminan en una losa horizontal; es de planta circular con 5.20 m. de diámetro y 3.75 m. de altura. Al fondo de esta cámara, se abre un vano que da acceso a un pequeño corredor que termina en una camarita reproduciendo a menor escala la morfología y la técnica constructiva señaladas anteriormente. La long. total conservada del sepulcro supera ligeramente los 34 m. el tholos se cubre con un túmulo y esta orientado sorprendentemente a un acimut de 199º, es decir , en el octante S-SO del horizonte y es unos de los poquisimos ejemplos de orientación a la mitad occidental del cielo en toda la península ibérica. Estos tres monumentos megalíticos se construyeron con unos 700 años de diferencia, por lo que las características técnicas y artísticas son distintas, notándose una lógica evolución. En general, los tres tienen un acceso para llegar a una zona donde se producía el enterramiento. Para ello utilizaban las grandes losas, pero por fuera eran recubiertos con tierra, quedando en el exterior como una pequeña elevación del terreno. El paso del tiempo hizo que se confundieran con el paisaje cercano, por lo que han podido conservarse sin grandes desperfectos. De todas formas esto no ha impedido que “buscadores de tesoros" profanaran estas tumbas, expoliando gran parte del ajuar. El que se ha podido conservar se reduce a vasijas y fragmentos de cerámica, hachas y otros utensilios de sílex, hueso y cobre. El Dolmen de Menga es el más antiguo de los tres. Se calcula que su construcción se realizó hacia el 2500 a.C., dentro del período denominado Calcolítico Antiguo. Recibe este nombre del apodo de una de sus últimas ocupantes que la usaron como vivienda, Dominga.

Dolmen de Menga

El dolmen de menga, puede considerarse un sepulcro de corredor en el que un atrio abierto hacia el exterior da paso a un segundo tramo de planta rectángular que , a modo de corredor, sirve de acceso a la cámara, de planta ovalada, quedando marcado el transito de corredor a cámara por una alteración en la dirección de la linea de ambos laterales. Esta construido con técnica ortoestatica, la longitud es de 27.5 m.considerando el tramo inicial del atrio. La altura aumenta desde la entrada con 2.70 m. hacia la cabecera, donde se amplia 3.50m. la max. anchura de 6 m. se alcanza en el tercio final de la cámara, donde las ultimas excavaciones han puesto al descubierto un pozo excavado en la arenisca de 1.50 m. de diámetro por 19.50 m. de profundidad, quedando alineado con los tres pilares que coinciden con la unión de las losas, e cubierta. Cada uno de los laterales del sepulcro estaría formado por 12 ortoestatos; mientras que la cabecera aparece formada por uno solo. la cubierta la integran 5 losas, ya que falta la primera que formaría la entrada. El sepulcro se cubre con túmulo y esta orientado hacia el noreste, acimut de 45º, es decir , al norte de la salida del sol en el solsticio de verano; una orientación totalmente anómala en este contexto cultural. Sin embargo, la razón de esta anomalía, es alineamiento con "la peña" una montaña singular que recuerda por su forma la cara de una giganta durmiente.

Singularidad de Menga

Las nuevas hipótesis desveladas recientemente ante otros arqueólogos en Nantes da mayor valor al yacimiento arqueológico. Aunque existen otros dólmenes en Andalucía del Neolítico reciente, es decir de hace 5.800 años, Menga es singular entre todos los dólmenes de Andalucía. De los 300 dólmenes que hay en la región, todos están orientados a la salida del sol menos tres: uno en Cádiz, otro en Sevilla y el dolmen de Menga, en Antequera. La Arqueoastronomía defiende que los sepulcros megalíticos están orientados hacia el Este para agradecerle al sol los alimentos que se cultivaban. De ahí que los antepasados del hombre construyesen los dólmenes cuando comenzaba el otoño y se terminaba la época de recolección de las cosechas. Sin embargo, Menga no mira al Este, sino que está orientado hacia el Noreste o, lo que es lo mismo, hacia el Norte de la salida del Sol en el solsticio de verano. Esta orientación anómala teniendo en cuenta su fecha de construcción se debe a que los hombres prehistóricos decidieron alinearlo con la conocida Peña de los Enamorados por el carácter sagrado que le atribuían al montículo. Media docena de motivos rupestres en el 'abrigo de Matacabras' de la Peña de los Enamorados y los restos de un pequeño dolmen a los pies del coloso con rostro humano llevaron al profesor de la Universidad de Sevilla, Leonardo García Sanjuán, a pensar que el hombre prehistórico confirió a la montaña un origen sagrado.


Su hipótesis se basaba en que mientras la mayoría de los dólmenes de España y Portugal están orientados hacia el orto solar en otoño -es decir, hacia el Este- Menga y El Romeral miran hacia la Peña de los Enamorados, donde por las pinturas rupestres localizadas debió de existir un lugar místico. La orientación hacia ella es, por tanto, una especie de tributo a ese lugar de ceremonias. De hecho, si se traza una línea visual entre el túmulo de Menga y la Peña de los Enamorados, esta pasaría exactamente por donde están los motivos rupestres, según puso de manifiesto en su día García Sanjuán, que junto con el profesor Víctor Hurtado Pérez y otros especialistas de distintas universidades españolas y de la Universidad de Southampton realizaron una investigación para conectar el conjunto dolménico que dirige Bartolomé Ruiz con su entorno. Además, Menga está construido con piedras de enorme tamaño. La más grande, la de la cubierta del fondo, mide seis metros de longitud y tiene una anchura de siete metros y, aunque parezca increíble, pesa unas 180 toneladas. Su apariencia es la de una larga cámara ovalada de grandes piedras, con tres pilares en el centro de la galería dolménica. Detrás del último se localizó un pozo de agua que podría ser contemporáneo a Menga, según las hipótesis de Carrión, y que tiene 19,5 metros de profundidad, exactamente la longitud que tiene la cámara del yacimiento megalítico. No obstante, el dolmen entero mide 25 metros de largo y siete de ancho.

Grandes dimensiones Su estructura demuestra que el hombre se había establecido ya en el lugar, donde contaba con agua abundante para él y sus animales y donde disponía de buenas tierras para su cultivo, no en vano La Vega era una zona encharcada durante la época prehistórica. La dimensión de este monumento megalítico presupone la existencia en la Antequera de entonces de una importante población. De hecho, las últimas investigaciones han puesto de relevancia numerosos poblados en las cercanías de los dólmenes.