viernes, 18 de diciembre de 2009
Robo millonario en Baker Street (Londres)
8 millones de dólares fue el monto que robaron cuatro ladrones ingleses entre dinero y bienes de cajas fuertes, la noche del 11 de septiembre de 1971. Todo sucedió en pleno centro de Londres, en la esquina de Marylebone y Baker Street. Los bandidos alquilaron un almacén (Le Sac) separado del Lloyds Bank por sólo dos tiendas. Para alcanzar la bóveda del banco, crearon un túnel que pasaba por debajo de las otras dos construcciones.
Las conversaciones entre los ladrones dentro de Le Sac y el designado para vigilar la actividad en la calle fueron la perdición en última instancia de esta banda. Robert Rowlands, un operador de radio, escuchó el diálogo, lo grabó e informó a la Policía del intento de robo.
Entonces las autoridades no pudieron identificar al banco por falta de información. Incluso fueron a la sucursal correcta cuando los ladrones aún estaban dentro, pero cuando vieron que la puerta de seguridad del banco estaba cerrada, se retiraron.
El Times señaló como culpables del atraco a: Anthony Gavin, Thomas Stephens, Reginald Tucker y Benjamin Wolfe. Sin embargo, existen algunos aspectos no esclarecidos de este caso que lo han convertido en un mito urbano.
Reportes actuales del Daily Mirror sugieren que la verdadera identidad de los asaltantes y sus sentencias nunca fueron reveladas, en contradicción con la publicación del Times de enero de 1973, en la que se afirmaba que los culpables fueron los cuatro enjuiciados. Por otra parte, el Mail on Sunday afirmó que la Policía pensaba que el autor intelectual del crimen era un vendedor de autos que nunca fue aprehendido.
El Times señaló como culpables del atraco a: Anthony Gavin, Thomas Stephens, Reginald Tucker y Benjamin Wolfe. Sin embargo, existen algunos aspectos no esclarecidos de este caso que lo han convertido en un mito urbano.
Reportes actuales del Daily Mirror sugieren que la verdadera identidad de los asaltantes y sus sentencias nunca fueron reveladas, en contradicción con la publicación del Times de enero de 1973, en la que se afirmaba que los culpables fueron los cuatro enjuiciados. Por otra parte, el Mail on Sunday afirmó que la Policía pensaba que el autor intelectual del crimen era un vendedor de autos que nunca fue aprehendido.
Las autoridades emitieron una “D-Notice” (Defence Notice) u “orden mordaza”, por medio de la cual solicitaban a los medios que pararan la cobertura del robo, alegando razones de seguridad nacional. Ante esta petición, el Daily Mirror y el Daily Telegraph aseguraron que había cajas de seguridad que contenían material comprometedor de algún miembro de la Familia Real Británica.
En cambio, Rowlands, el operador de radio, afirmó que la Policía tomó esa decisión para impedir que él diera declaraciones sobre el robo y así ocultar la incompetencia de los agentes para la resolución del caso. Asimismo, Rowlands aseveró que los policías le amenazaron con demandarle por escuchar una estación de radio sin licencia.
El ladrón involucrado en la investigación original que se convirtió en informante para la película The Bank Job insiste en que encontraron un libro de contabilidad en una de las cajas fuertes. De acuerdo con la fuente, ese cuaderno contenía las anotaciones con los sobornos que recibían los policías metropolitanos por parte de un conocido pornógrafo. Posteriormente, los miembros de la fuerza pública involucrados en el ilícito fueron obligados a renunciar.
En cambio, Rowlands, el operador de radio, afirmó que la Policía tomó esa decisión para impedir que él diera declaraciones sobre el robo y así ocultar la incompetencia de los agentes para la resolución del caso. Asimismo, Rowlands aseveró que los policías le amenazaron con demandarle por escuchar una estación de radio sin licencia.
El ladrón involucrado en la investigación original que se convirtió en informante para la película The Bank Job insiste en que encontraron un libro de contabilidad en una de las cajas fuertes. De acuerdo con la fuente, ese cuaderno contenía las anotaciones con los sobornos que recibían los policías metropolitanos por parte de un conocido pornógrafo. Posteriormente, los miembros de la fuerza pública involucrados en el ilícito fueron obligados a renunciar.
Continúa la polémica incluso en los medios actuales, pues algunos como Wikipedia aún sostienen que existe una investigación que prueba que la Policía nunca hizo una petición al comité de las “D-Notice”. Mientras que el periódico británico The Guardian admite que el gobierno emitió una de estas “órdenes mordazas”.