Los Japoneses son conocidos por su laboriosidad, aunque generalmente se les tacha de poco imaginativos y limitarse a mejorar las ideas de otros; sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial se vieron necesitados de agudizar el ingenio y supieron ser tan creativos como los que más, sorprendiendo incluso a los Estados Unidos.
El día 18 de Abril de 1942, aviones norteamericanos partieron desde el portaaviones "USS Hornet" para hacer su primera incursión aérea sobre las ciudades japonesas. A pesar de su escaso valor estratégico, sí tuvo una enorme influencia en la moral del pueblo Japonés.
Por esta razón el gobierno Japonés decidió bombardear también las ciudades estadounidenses, que se encontraban a más de 9.000 km. de las costas niponas. Pero carecían de aviones de gran autonomía, y sus escasos portaaviones eran demasiado valiosos para arriesgarlos en atacar objetivos civiles. Se intentaron bombardeos con hidroaviones lanzados desde submarinos, pero tuvieron escaso éxito y no se continuó con esta táctica. La solución para resarcirse por los bombardeos la dio el trabajo conjunto de la Inteligencia Militar y el Observatorio Meteorológico, la idea consistía en usar globos como artillería de larga distancia.
Desde la invención del globo se le dio un uso militar, primero como observatorio, y más tarde como "avión espía". La culminación vino con los dirigibles que fueron usados a comienzos de la Primera Guerra Mundial con gran entusiasmo como bombarderos, llegando incluso a atacar las costas inglesas, pero debido a su falta de maniobravilidad y fragilidad se dejaron pronto de usar. Con la aparición de la aviación moderna el uso más común de los globos fue el defensivo: sobre las ciudades se elevaban globos o pequeños dirigibles con cables que los unían para impedir que los cazas volaran entre ellos y proteger a las ciudades aliadas de los bombardeos en picado de los estucas.
Pero los japoneses necesitaban lo que ahora son misiles intercontinentales y, a falta de tecnología necesaria usaron globos. Se estudiaron los vientos en las zonas altas de la atmósfera hasta que descubrieron una corriente a 9.000 m de altitud que soplaba hacia las costas estadounidenses entre Octubre y Marzo llegando a veces a velocidades de 320 km./h.
Se calculó el tamaño de los globos y con un mecanismo automático de lastre se mantenían a la altura de la corriente constantemente. Los primeros globos tenían 32 m. de circunferencia y 570 m3 de hidrógeno. Fueron construidos enteramente de papel con una envoltura de 64 piezas formadas por 4 capas pegadas entre sí con pegamento hidrocelulósico (denominado Konnyaku) a base de pasta de patatas. El papel era tratado con esta misma pasta que lo hacia impermeable y resistente, reduciendo la pérdida de gas a tan sólo 3 m3/día.
Colgado del globo con 19 cuerdas de casi 15 m. estaba una pequeña barquilla con forma de anillo en la que se situaba el mecanismo de lastre automático, 32 sacos de 3`5 kg. cada uno. La carga útil la formaban dos bombas incendiarias de 11 libras y una de fragmentación antipersonal de 33 libras (una libra es aprox. medio kilo).
La primera "ofensiva" con globos bomba se registró el 6 de Diciembre de 1944 al explotar uno cerca de Thermópolis (Wyoming). En Enero de 1945 un avión logró derribar uno que llegó casi intacto al suelo para ser reparado e inflado de nuevo por los sorprendidos estadounidenses, que se encontraron con una bomba lanzada desde 9.600 km. de distancia.
Se fabricaron alrededor de 15.000 globos, aunque tan sólo 9.300 se lanzaron hacia los EE.UU., entre Noviembre de 1944 y abril de 1945. El ejército comenzó silenciando el asunto para evitar males mayores. Se registraron 240 "incidentes", siendo el más trágico el que se saldó con la muerte de una mujer y cinco niños por la bomba de fragmentación. Uno de estos globos causó un incendio cerca de la planta ultrasecreta de energía atómica de Hanford (Washington) que fabricaba material fisible para la primera bomba atómica, se tuvo que paralizar la producción.
Tras la guerra se reconoció el hallazgo de 285 de estos globos sobre suelo americano en una amplia zona que abarcaba por el Este desde las Aleutianas hasta Michigan, por el Norte llegaron a Alaska y por el Sur hasta Méjico. En 1955 un piloto de helicóptero descubrió uno de estos globos cerca de Baster Island (Yukon). Quien sabe cuantos de ellos se encontrarán esperando en los más recónditos lugares de América.