lunes, 15 de febrero de 2016

¿EXISTIERON LOS GIGANTES?

Diseminados en los cinco continentes, se han descubierto restos arqueológicos de esqueletos humanos que demuestran que en la Tierra habitaron seres gigantescos. Además de desorientar a la comunidad científica, estos restos avalan las leyendas y tradiciones que el folclore popular ha recogido sobre “Los gigantes” con el paso del tiempo.

¿Son los gigantes únicamente protagonistas de historias fantásticas o, por el contrario, sus hazañas pertenecen a la memoria colectiva de la Humanidad y están basadas en relatos de lo que realmente ocurrió en el planeta? ¿Quiénes construyeron las colosales estructuras megalíticas y desplazaron grandes monolitos como si de un juego se tratara?

 

La Arqueología , hasta el momento, no ha ofrecido ninguna respuesta convincente. Resulta incómodo para los arqueólogos reconocer que hoy día no existen grúas ni aparatos elevadores capaces de mover y levantar titánicos bloques de piedra de ¡1.500 toneladas!, como es el caso de las terrazas de Baaalbek (actual Líbano).

“Parece que bloques de estas dimensiones tuvieron que ser puestos allí por gigantes o miembros de una civilización que conocía los secretos de la levitación y la antigravedad”, escribe David Barclay en su libro Extraterrestres, la respuesta definitiva de los Ovnis.

Las construcciones de la isla de Pascua, Tiahuanaco, el yacimiento megalítico de Ollantaytambu, Cuzco, Machu Picchu, las islas Marquesas, la isla volcánica de Pohnpei en la Polinesia ... son una pequeña muestra de las muchas construcciones de estas características que existen en nuestro planeta, atribuidas por los habitantes locales a los “gigantes”.

 

La figura del gigante se presenta en casi todas las culturas y sus leyendas. Las podemos encontrar en múltiples relatos mitológicos del viejo mundo: griegos, nórdicos, germánicos, hindúes, indoeuropeos, y también en el nuevo mundo como en las tradiciones de los mayas, de los aztecas y de los incas; así como en casi todos los libros sagrados de la antigüedad: el Lebhar Gabhale (libro de las invasiones) irlandés, el Ramayana hindú y hasta en la Biblia ¿Por qué hablar de unos seres que no existieron en realidad?

La Ciencia cree ver en su gran tamaño, una metáfora: el mito cosmogónico que simboliza el poder y la fuerza. Una simple magnificación de los poderes atribuidos a la figura humana. Pero autores como el ya citado David Barclay, clásicos como Erich von Däniken, Robert Charroux, Pierre Darcout, el ya fallecido Jimmy Guieu o el ex jesuita Salvador Freixedo, entre otros, creen ver en estos relatos los primeros contactos entre civilizaciones extraterrestres y los hombres de la Tierra. Algunos van más allá, como Zecharia Sitchin, y opinan que los extraterrestres que nos visitaron en la antigüedad fabricaron genéticamente al Ser Humano y crearon las primeras civilizaciones, como Sumer y Egipto, y bien pudieran haber sido seres de gran tamaño.

 

Lo cierto, es que la búsqueda de la verdad nos lleva hasta tiempos remotos, donde las antiguas leyendas tradicionales dibujaban estos seres divinos y heroicos como auténticos.
 

 


Gigantes en la Biblia


La primera mención de la existencia de gigantes o “seres distintos” en la Tierra aparece en la Biblia, en el Viejo Testamento. En el Génesis 6, versículos 1 y 2, podemos leer:

“cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron”.

Los Nephilim (en hebreo gigantes) según se recoge en el Génesis 6, 4, existían en la Tierra por aquel tiempo:

“Por entonces y también en épocas posteriores, cuando los hijos de Dios cohabitaban con las hijas de los hombres y éstas tuvieron hijos, aparecieron en la Tierra los gigantes. Éstos son los esforzados varones de los tiempos primeros, los héroes famosos”.

Según Zecharia Sitchin, autor de El Duodécimo Planeta, nephilim significa literalmente “aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra”.

 “Los traductores de la Biblia –explica Sitchin- supusieron que Nephilim significaba gigantes porque en otras partes se menciona que éstos eran también conocidos como Anakim, a la vez que el cuento sobre el gigante Goliat se afirma que él era descendiente de Anak; de aquí la conclusión: si Anak era un gigante, entonces los Nephilim que también eran Anakim, deberían ser gigantes”.

Por su parte, Robert Charroux, en El enigma de los Andes, ve a estos gigantes de la Biblia como

“... seres superiores que engendraron la elite de los pueblos: Reyes, héroes e iniciados”.

Su unión con las mujeres de los hombres - debían de ser bastante semejantes a la especie humana para poder acoplarse a éstas - produciría hijos más altos que los terrestres normales. Pero hemos de destacar una particularidad: algunos de los restos osteológicos pertenecientes a “gigantes” encontrados, tenían – como ya veremos posteriormente - seis dedos en cada una de sus extremidades.


 



 

 

La Biblia también hace mención a este dato en Sam. 21, 20 y Paralipómenos 20, 6  

“Hubo una batalla más en Gat, en la que se halló un hombre de alta talla que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, veinticuatro en todo, que descendía también de Rafa”.

Para la Biblia, la raza de los gigantes desapareció con el diluvio pero, al parecer, uno de ellos se salvó. La leyenda nos cuenta que, al no caber en el Arca de Noé, se montó a horcajadas sobre ella.

 

El gigante era tan grande que su cama medía unos 3,90 metros de largo por 1,80 de anchura. (Deuteronomio 3, 11).
 

 


 

 

 

Hallazgos por todo el mundo: las pruebas


Que en el planeta habitaron gigantes lo demuestra el hallazgo de restos humanos de extraordinarias dimensiones en la India, Tíbet, China, Sudamérica, África ... algunos con una edad aproximada de 45.000 años. Y no solamente huesos, sino también espadas, hachas, lanzas y otros instrumentos como picos de tal envergadura que para poder usarlos habría que tener una estatura de, por lo menos, ¡tres metros!

 

 

 

Pero veamos algunos ejemplos.


  • En una gruta de Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética), se encontraron esqueletos de hombres que medían entre 2, 80 y 3 metros. Éstos presentaban seis dedos en sus extremidades. Otros hallazgos científicamente admitidos son el gigante de Java (en el sur de China) y el gigante de China meridional. El primero con una antigüedad de medio millón de años y el segundo también con seis dedos en sus extremidades.


  • En Chenini (Túnez) se encontraron restos de tumbas de gigantes con esqueletos que medían más de tres metros. Transval (en Sudáfrica) es otro ejemplo similar al anterior.


  • Un esqueleto de fósil humano de 5, 18 metros de alto fue desenterrado en 1956 en Gargayan (Filipinas)


     



     



  • En Norteamérica, en el condado de Bradford (Pennsylvania) en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos serían enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron. Continuando en EE.UU (Glen Rose, Texas), en el lecho del río Paluxy, se hizo un gran descubrimiento paleontológico. Se pusieron al descubierto huellas gigantes de pisadas de 54, 61 cm de largo por 13.97 cm de ancho, pertenecientes a un homínido. Los geólogos concluyeron que el lecho del río correspondía a terrenos del cretácico a fines de la era mesozoica (140 millones de años). Pero lo más curioso del caso es que junto a estas huellas de homínido se descubrieron en el mismo estrato ¡huellas de dinosaurio (brontosaurios)!


  • El antropólogo alemán Larsan Khol halló asimismo, en 1936, a orillas del lago Elgasi de África Central, huesos pertenecientes a individuos enormes. ¿Una comunidad de diferente etnia?


  • A 6 km. de Safita (Siria) los arqueólogos hallaron hachas de mano de 3,8 kg. En Ain Fritisa (Marruecos oriental) se descubrieron picos de 32x 22 cm y 4,2 kg. de peso y hachas de dos filos con 8 kg. Tales dimensiones requerían una buena envergadura para poder utilizar estos instrumentos eficazmente.


  • Más recientemente, y en Marruecos también, se han hallado en una cueva de la región de Nador, en el norte del país, restos de tres esqueletos de niños pertenecientes a una raza desconocida de gigantes. Se trata de una zona próxima a las míticas columnas de Hércules, considerada patria del bíblico gigante Goliat.


  • Ciudad megalítica de Lixus (antigua Libia) se encontraron restos humanos de esqueletos de Homo Sapiens, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años y una antigüedad de 20.000 años. Los esqueletos miden aproximadamente 2,25 metros de altura.

Todos estos ejemplos son una pequeña muestra de los múltiples hallazgos que se suceden por todo el planeta y que no vamos a detallar para no caer en el aburrimiento, pero vamos a proseguir tan sólo un poco más en nuestro territorio.
 

 


Restos en España


En la península, y más concretamente en el norte del país, es donde mayor número de crónicas tradicionales se recogen.

 

Los gigantes atávicos, considerados paganos por la religión cristiana, lejos de desaparecer han pervivido en los cuentos populares y nos han sido presentados como pertenecientes a una raza gigantesca, y no como una singularidad. En Cataluña “els gegants ” continúan presentes en muchas fiestas y representaciones. Se han integrado en las fiestas populares hasta el punto de que todas las comarcas tienen los suyos y forman parte del patrimonio cultural e histórico.

Los cuentos populares locales ubican al gigante ligado a numerosos megalitos, menhires y dólmenes. Los monumentos megalíticos eran construidos (según el folklore) por seres gigantescos durante la noche. En Portugal, a los dólmenes se les llama todavía Antas (tumba del gigante o construcción del gigante), puede que en honor al gigante Anteo.

 

En euskera a los monumentos megalíticos se les denomina Mairuen baratza (huerta de los gigantes o huerta de los gentiles, nombre este último con el que se les conoce en el territorio vasco). Por lo tanto, que la tradición universal designe a los dólmenes como las tumbas de los gigantes podría suponer más de una leyenda, si nos atenemos a las evidencias arqueológicas.

En principio, un yacimiento controvertido en restos de estas características lo constituye el dolmen de Oren, en Prullans, la Cerdanya (Pirineos catalanes). En 1917, al parecer, se descubrieron, entre otras piezas, fémures de entre 70 y 92 cm de largo. Aunque existe bastante confusión sobre la veracidad del hallazgo, el investigador Fernando Ledesma en su libro La Cerdanya, esmeralda mágica del Pirineo asegura que se encontraron siete esqueletos de la especie humana en el dolmen I, de gran envergadura.

 

El escritor y periodista Miguel G. Aracil amplía que en realidad fueron nueve los esqueletos descubiertos de la época del Hombre de Cro.Magnon (cuando el hombre de este período no superaba, según lo establecido por la ciencia oficial, los 165 cm de altura). Estos restos fueron custodiados por la familia Casanovas en la Torre de Prullans, antigua casa palacio de los marqueses de Monistrol. Posteriormente, parte de estos restos se entregarían al Museo Arqueológico de Cataluña.

 

Lamentablemente aquí se pierde la pista de este material, pues el museo no reconoce haberlos visto nunca.

El caso es que arquelólogos y estudiosos han encontrado con relativa frecuencia huesos humanos de enormes proporciones en la Península Ibérica. En Garós (Pirineo de Lleida), al reconstruir el ábside de la iglesia, el párroco Mossèn Jaqquet encontró los restos de un gigante de tres metros de altura con un hierro clavado en el cráneo. En la reconstrucción de otra iglesia, en Urbasa (sistema montañoso entre Álva y Navarra) se encontraron restos humanos de tamaño ciclópeo.

También se han hallado esqueletos humanos de dimensiones gigantescas en Castilla; cerca de Medinaceli se encontró un cráneo y varios huesos; en León, en la iglesia visigótica de Marialba, esqueletos de tres metros de envergadura; y también en Cantabria, Girona (Besalú) .... Prácticamente casi todos los restos se encuentran en paradero desconocido en la actualidad, quizá dispersados entre unas pocas docenas de coleccionistas de recuerdos.

 

Pero la pregunta crucial es: ¿por qué ningún científico se entretiene en recoger y estudiar todos los datos, restos y pruebas disponibles?

 

 

Es evidente que se echaría por tierra muchas teorías científicas.

 

  

sábado, 13 de febrero de 2016

Las ultimas brujas "As bruxas do Mato"



Nieves y Aurora nunca volvieron a fiarse de la gente desde los días en que murió su madre y les expropiaron una porción de las fincas. De eso hace casi treinta años, pero aún hoy permanecen en la fachada de su casa las extrañas cruces blancas que las dos hermanas pintaron entonces para ahuyentar a las visitas. También fue por esa época cuando dejaron de contestar a los saludos de los vecinos. La gente empezó a llamarlas "As Bruxas do Mato", una aldea del municipio orensano de Maside.
Han resistido hasta los ochenta y pico años, Aurora ya ciega, y Nieves cuidando de los animales y de la casa, una vivienda desvencijada, sin muebles, ni luz, ni agua corriente, que ardió el pasado 14 de noviembre. Las dos ancianas se refugiaron tras el incendio en el último reducto de su propieadad: una cuadra subterránea, de la que durante dos semanas no pudo sacarlas ni la Guardia Civil. El jueves la abandonaron al fin por su propio pie.

A Rosita, la tendera que les estuvo llevando comida durante los últimos días, Nieves y Aurora le confesaron que tiempo atrás Dios ya las había avisado de que su casa iba a ser destruida por las llamas. El mismo Dios volvió a ordenares tras el fuego que dejasen la casa tal como estaba. Por eso se atrincheraron dentro de la cuadra, en un habitáculo de apenas dos metros cuadrados, con el suelo de tierra y el agua de la lluvia filtrándose por el techo, al que se accede a través de un pasadizo oscuro. Desde allí amenazaron a la Guardia Civil con verterle encima aceite hirviendo.
Nieves y Aurora nunca se mientan por sus nombres; se llaman una a la otra "compaña" ["compañía"]. Aunque en la huerta cultivan uva y berzas, y tienen algunas gallinas, en realidad han vivido de la limosna. No de pedirles a sus vecinos, con los que no cruzaban palabra, sino de mendigar en O Carballiño o en otros pueblos grandes de la comarca. También recogían chatarra para amurallar la finca (capós de coches, el anuncio de un coto de caza, una marquesina entera ... ) y colgaban a la entrada muñecas rescatadas de la basura. Los que viven en los aIrededores no tienen queja de ellas, pero a todos los niños nacidos en O Mato en los últimos 30 años se les ha advertido que no se acerquen a la casa de "As Ritas", el apodo de la familia.
La noche del incendio, que empezó seguramente en uno e los fuegos que hacían para alentarse y preparar su escasa comida, no rechazaron la ayuda de los vecinos solícitos. La ente se agolpó en la casa, y las os hermanas parecían muy agradecidas; a algunos incluso s preguntaron cómo les iba la vida. En los días siguientes fueron regresando a su hermetismo. Sólo aceptaban ya la presencia de Rosita, la tendera. Rosita es Rosa Bértolo, una mujer generosa. Durante una semana llevó galletas, chocolatinas y leche a Nieves y a Aurora. "Te ha enviado Dios", le decían ellas, "tú eres la Virgen de los Remedios".
La juez de O Carballifio, Ana Santos, acudió a la casa acompañada de un forense, y aunque sólo pudo intercambiar con ellas algunas palabras, dictó orden para su acogida en un centro sanitario. Pero al resistirse Nieves y Aurora, la magistrada prefirió no forzar el desalojo.
Cuando el pasado jueves la juez Ana Santos logró acceder al interior del habitáculo en compañía de la Guardia Civil, la Cruz Roja, el forense y el cura de la parroquia, se cocía al fuego un precario caldo de verdura. Parece milagroso que dos octogenarias lograsen sobrevivir en tal situación., Pero a los vecinos de O Mato no les extraña: hablan y no paran de su fortaleza. La vivienda va a ser reparada por el Ayuntamiento de Maside mientras Nieves y Aurora permanezcan en el hospital de Orense donde fueron internadas y se encuentran "bien y tranquilas", según el parte médico. Tal vez su capacidad de resistencia había llegado al límite. El jueves bastó un intercambio de palabras para que as dos ancianas se entregasen en brazos de la Cruz Roja. Nieves sólo preguntó adónde as llevaban. A Aurora costó algo más convencerla. Además de ciega, arrastra también una cojera.
"No sabemos", dice la juez, ,si lo tenía de antes o llevó un golpe durante el incendio. Como en 30 años nadie se ha preocupado por ellas ..."