martes, 27 de enero de 2009

LOS VERDADEROS SACAMANTECAS

Los verdaderos Sacamantecas:

La leyenda del sacamantecas se popularizó a finales del siglo pasado y principios de este por la creencia popular de que, tanto las ruedas de los carros como la de los molinos y las máquinas a vapor debían engrasarse muy a menudo para que su mecanismo funcionase a la perfección.
Los rumores que se crearon entonces, eran que el mejor lubricante era la grasa humana tierna, porque la animal no era tan densa y no causaría el mismo buen rendimiento. Entonces, para satisfacer esta demanda de grasa humana se creía que merodeaban por la calle unos hombres siniestros, con sacos en el hombro, que secuestraban niños y los asesinaban para venderlos luego a un desollador, que se encargaba de extraer las mantecas y pagaban a los secuestradores una buena suma de dinero por cada presa que les traían.
El mito en España aumentó cuando se pusieron en marcha los nuevos ferrocarriles, y casualmente se contabilizaron algunas desapariciones de niños en Barcelona. Como era de esperar, pronto corrió el rumor de que no era casual y que había algunos sacamantecas por los alrededores que habían raptado a los niños.
Desde entonces, la fama del Sacamantecas se debe más que nada al uso del nombre para asustar a lo niños, a quienes los padres también amenazaban que si no se portaban bien vendría el Hombre del Saco a llevárselos.

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