lunes, 26 de mayo de 2014

El Evangelio, según Judas

'Tú superarás a todos; sacrificarás al hombre que me recubre', dijo Jesús al apóstol, según el escrito

Evangelio de Judas


Judas no fue el traidor que vendió a Jesús por unas monedas, sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil, sacrificarlo, según un documento llamado el 'Evangelio de Judas' que ha dado a conocer la organización 'National Geographic'.
Se trata de un papiro de 26 páginas encontrado en Egipto en 1978 y que ha rodado desde entonces por los círculos de anticuarios, pero cuyo contenido y edad se desconocían hasta ahora. Según Nacional Geographic, los análisis de carbono 14, la tinta, el estilo de escritura y el contenido han hecho llegar a la conclusión de que fue escrito alrededor del año 300.
Terry Garcia, vicepresidente ejecutivo de 'National Geographic', calificó el documento en una rueda de prensa como uno de los tres textos antiguos más importantes descubiertos en el último siglo, junto con los manuscritos del Mar Muerto y los de Nag Hammadi (Egipto).
Se conocía de la existencia del 'Evangelio de Judas' por una referencia hecha por el obispo Irineo de Lyon en el año 180 en su tratado 'Contra la herejía', pero hasta ahora nadie sabía lo que decía. El libro comienza así: "El relato secreto de la revelación que Jesús hizo en conversaciones con Judas Iscariote durante una semana antes de que celebrasen la Pascua".
En él se pinta a Judas como "el único discípulo que conoce la identidad verdadera de Jesús", según George Wurst, profesor de la Universidad de Augsburg, en Alemania. No lo traicionó, "sino sólo hizo lo que Jesús le pidió", afirmó Craig Evans, profesor de Nuevo Testamento de Acadia Divinity College, en Canadá. Así, Jesús dice a Judas en el libro: "Tú superarás a todos ellos. Tú sacrificarás al hombre que me recubre".

Autoría

Beso de Judas
Quién lo escribió es otro misterio. En ningún lugar se dice que fuera Judas, pero eso no debería hacer dudar de su veracidad, pues la autoría de los Evangelios del Nuevo Testamento tampoco está asegurada. "La mayoría de los textos son escritos en nombre de alguien más famoso", como lo es un discípulo de Jesús, según Marvin Meyer, profesor de la Universidad Chapman, en California.
El texto se encuadra en la tradición de los cristianos gnósticos, que enfatizaban la importancia del conocimiento: gnosis, en griego. Por ello, Judas, al entregar a Jesús a la muerte, facilita su salida del cuerpo y la liberación de la divinidad que llevaba dentro, según explicó Wurst.
No es la primera vez que se ha lanzado la hipótesis de que Judas actuó por indicación de su maestro al venderlo con un beso. Sin embargo, se trata del primer documento antiguo que defiende esta visión. ¿Es plausible lo que dice? Evans recuerda que en dos ocasiones Jesús pidió cosas en privado a dos de sus discípulos, según el Nuevo Testamento, y se pregunta si su entrega a las autoridades judías por parte de Judas no sería una tercera.
"Es posible que el Evangelio de Judas fuera preservado en la memoria y que los otros discípulos no lo supieran", dijo. Elaine Pagels, profesora de la Universidad de Princeton (EEUU), destaca que los cuatro Evangelios aceptados por el canon cristiano relatan los actos públicos de Jesús, pero no conversaciones privadas.
 

domingo, 11 de mayo de 2014

Mal de ojo


Muchos hemos escuchado sobre el mal de ojo. Algunos incluso afirman haber sido afectados por esta fuerza. Pero, qué es exactamente el mal de ojo? Es mito o realidad?

Causa del mal de ojo.
En muchas culturas hispanoamericanas y mediterráneas, la creencia sobre el mal de ojo es bastante común. En términos generales, el mal de ojo es una condición física, mental y emocional causada por la mirada de una persona que es considerada poderosa. Usualmente, se cree que es causada intencionalmente o que proviene de la envidia y el odio que dicha persona siente hacia su “víctima”, aunque hay casos en que el mal de ojo puede ser producido sin querer.
 
La mayoría de mitos y leyendas urbanas tienen una raíz en la realidad. Al ser pasados de cultura en cultura y generación en generación, detalles son modificados y más mitos son combinados con la historia original.
El mal de ojo puede tener muchas causas, pero primordialmente es una manifestación de energía. Existen personas que por una razón u otra pueden manifestar energías más efectivamente. Esto puede producir resultados positivos pero también negativos tanto en su vida como en la de otros. En este sentido, alguien que cree fielmente en el mal de ojo puede efectivamente vivir sus síntomas y manifestaciones y atribuírselas a alguien más. Como un efecto placebo, creer que se está bajo el mal de ojo, puede traducirse en síntomas físicos y emocionales.
Igualmente, una persona que está baja de energía y protección, puede sentir los efectos de la energía poderosa de alguien más que está concentrándose en hacerle daño o desearle mal.
En ambos casos, la vibración específica de la energía negativa puede manifestarse concretamente en el plano material, y dependiendo de lo vulnerable que un individuo esté, puede hacer más o menos daño.

Síntomas de mal de ojo.
Los síntomas de mal de ojo varían según la edad del afectado pero también dependen de quien produjo dicho mal.
Se dice que en niños y bebés, el mal de ojo provoca llanto incontrolable y sin causa aparente, diarrea, brotes en la piel y pesadillas. También puede haber pérdida de apetito o vómito continuo después de comer.
En jóvenes y adultos, el mal de ojo se manifiesta como pérdida de apetito, fiebre, insomnio, escalofríos e incapacidad para concentrarse. Otros efectos atribuidos al mal de ojo incluyen accidentes, racha de mala suerte y pérdida súbita de relaciones, dinero o negocios.
Una persona bajo el efecto de mal de ojo empezará a sentirse nervioso, asustado y agitado sin causa alguna, y luego pasará a tener síntomas físicos como mareos, náusea, diarrea y dolores de cabeza y espalda. También puede haber una sensación constante de opresión en el pecho – como un mal presentimiento.

Protección en contra del mal de ojo.
En muchas culturas se cree que prevenir el mal de ojo es cuestión de amuletos o rituales. Por ejemplo, en lugares de Sur América, se cree que fregar un huevo en el cuerpo de la persona afectada, romperlo luego y ponerlo en un vaso de agua debajo de la cama, absorbe la energía y protege en contra del mal de ojo.
Sin embargo, si entendemos el mal de ojo como un ataque psíquico, la mejor protección y prevención en su contra es la purificación y fortalecimiento de nuestro campo energético y nuestro entorno. Igualmente, no alimentemos el mal de ojo creyendo en él. Nuestro miedo y constante preocupación en estos casos refuerza la energía negativa y nos hace más vulnerables. Tome medidas preventivas, protéjase y concéntrese en algo más.
 

lunes, 5 de mayo de 2014

La Campana de Velilla

Una de las leyendas aragonesas de más amplia difusión es la de la campana de la ermita de San Nicolás de Bari, en Velilla de Ebro, que conserva restos románicos, como un ventanal y fábrica fechada entre fines del siglo XVII y principios del XVIII, cuya campana tañía sola, sin intervención de humana mano que la «bandiase», para anunciar sucesos extraordinarios, casi siempre luctuosos. La leyenda es antigua, pero no tanto como la ciudad ibérica de Celse o con la romana Celsa que le sucedió, cuyas ruinas se conservan, dominadas desde un montecillo por esta ermita que viene a significar una cristianización del lugar, uno de cuyos muros de apoyo se asentaba sobre una construcción romana segÚn gratuita afirmación popular de que la ermita se asentó sobre un templo de Diana y se prueba porque el abad Carrillo a fines del siglo XVI afirmaba que a poniente de la actual ermita y en relación con un antiguo edificio «había una cava y foso que llegaba por debajo de tierra hasta el pueblo, por donde los romanos subían el agua hasta un aljibe»; se añade a tal noticia que había un caño o conducto que arrancaba de una cueva abierta bajo la construcción, ensanchándose después; hasta el punto de que podía andar por él un hombre a caballo, cruzando de parte a parte la ciudad antigua y perdiéndose a dos leguas de camino; desde su origen y por él llegaban los sacerdotes sin ser vistos al templo pagano para realizar los actos de culto aunque en el pueblo se creía que el subterráneo era el lugar donde se ocultaban los cristianos durante las persecuciones. Se ha dicho que San Nicolás fue el primer obispo de Velilla, aunque nunca fue sede episcopal, y también que la ermita que actualmente se conserva es la reedificada en 1679 (ruina que amenaza al venerable santuario de S. Nicolás y quiebra que padecen sus famosas campanas, como llamó Diego José Dormer a un opÚsculo suyo de 1798).

La leyenda se funda en la llamada campana del milagro, una de las dos que había en lo alto de la iglesia, tañendo sola, por lo comÚn. la de la derecha. Un antiguo texto la describe así: «La circunferencia es de diez palmos, de metal limpio. claro y liso.. está hendida por un lado, por lo cual, cuando se toca como las demás y por mano ajena. suena como quebrada; se ven en ella dos Crucifijos relevados. uno al Oriente y otro al Poniente, y a los lados de cada uno las imágenes de la Virgen Nuestra Señora y de S. Juan Evangelista; al Mediodía y al Septentrión tiene dos cruces. y en el circuito de toda ella este verso de la Sibila Cumea: Christus Rex venit in pace, et Deus homo factus est...
Respecto de su origen se difundió una bellísima leyenda, muchas veces repetida. En muy antiguos y desconocidos tiempos, pero antes de la venida de los sarracenos, llegó la campana del Milagro a la costa mediterránea cerca de la desembocadura del Ebro y las gentes del contorno se vieron sorprendidas porque flotaba sobre el mar. no obstante su peso. y llevaba consigo dos velas encendidas. Trataron de sacarla del agua, pero cuantas veces se acercaban a ella se hundía y emergía de nuevo cuando abandonaban la empresa. De esta forma comenzó a remontar el río contra corriente, salvo cuando los ribereños intentaban tomarla, porque entonces se sumergía. Así llegó a Velilla, donde se detuvo; pero nuevamente se hundía o sobrenadaba segÚn que los hombres se acercaban con garfios para sacarla del agua o bien abandonaban el empeño. No obstante, no se movía del lugar, como si estuviera decidido que allí quedase, hasta que se aproximaron dos doncellas y no hicieron más que poner sus manos sobre ella, cuando se elevó sobre el lecho del río, posándose en la orilla. Cayeron todos de hinojos, llevaron la campana hasta el punto donde después estuvo y le tributaron desde entonces un verdadero culto.
Comenzó la campana a obrar prodigios, sonando sola y provocando el miedo de las gentes ante las desgracias que anunciaba y la devoción y respeto de cuantos la veían tañer sin que nadie la tocase explicándose fantásticamente para unos por ser obra de campaneros godos, para otros creación de San Paulino de Nola a quien se atribuyó la invención de las campanas y generalizador de su uso, sin faltar quienes aseguraron que la habían recibido los monarcas aragoneses como especial privilegio para que tuvieran aviso de su próxima muerte, muy en relación con las devociones suasorias como la de San Pascual Bailón que avisaba igualmente a sus devotos.

No es del caso anotar los muchos casos conocidos de campanas que tocaban solas y que anunciaban catástrofes. aunque ninguna tuvo la difusión universal que alcanzó la de Velilla. En España se registran casos en Toledo. tañendo para evitar una profanación; en el Carmen de Valencia, la campana de la Consolación, en 1490. comenzó a tocar sola los sábados a la hora del Ángelus, hallándose bajo ella una imagen de la Virgen; en Granada voltearon solas las de la iglesia de Santa Ana para anunciar la muerte de San Juan de Dios; en Madrid para acompañar el entierro de Felipe III y otros casos se anotan de Zamora, Córdoba y Valladolid. En Aragón una campanilla situada junto al altar del santuario de la Virgen de la Sierra, en Villarroya. tocó sola varias veces para anunciar la resurrección de una devota suya (1502), para publicar la victoria de Lepanto (1571), dar nota de los sucesos consiguientes a la prisión de Antonio Pérez (1591) y dos veces más en 1639. En 1683 tocó sola una de las campanas de la torre de Alcubierre y en otro momento la del Monasterio de Piedra. Contaremos más cosas en otro artículo.