viernes, 20 de junio de 2014

LA CIVILIZACIÓN PERDIDA DEL AMAZONAS

Después de mas de más de dos milenios de existencia, las culturas amazónicas desaparecieron en un breve período de tiempo. Las enfermedades traídas por los conquistadores europeos diezmaron la población la de la región. Desde la década de 1960 la selva amazónica ha sido objeto de fructíferas investigaciones arqueológicas. Estas han permitido la localización de yacimientos, emplazamientos y técnicas agrícolas que, para muchos arqueólogos, prueban el asentamiento de una civilización en la cuenca del río Amazonas.
Hallazgos en la selva: Conquistadores, exploradores y aventureros se han adentrado en la Amazonia en búsqueda de ciudades perdidas, construidas por una civilización que desapareció sin dejar rastro en la historia. Los restos arqueológicos hallados en los últimos años son, para muchos arqueólogos, una evidencia de que hubo una civilización compleja y desarrollada que supo convivir con la selva y dominarla.

PORQUE DESAPARECIERON? Las evidencias acumuladas durante las últimas décadas nos demuestran que la historia de la ocupación humana en la Amazonia es mucho más compleja de lo que hasta ahora se había pensado. Desde las tierras situadas al oeste de Brasil y sus fronteras con Colombia, Perú y Bolivia, hasta la desembocadura del río Amazonas, junto a la isla de Marajó, y considerando también los territorios situados en los márgenes de algunos de sus afluentes más importantes, se han hallado antiguas canalizaciones de agua, montículos y elevaciones para evitar inundaciones, restos de lo que parecen ser piscifactorías, grandes avenidas, huertos, empalizadas, hectáreas de terra preta, utensilios de piedra y de cerámica, caminos empedrados y geoglifos cuya datación nos sitúa entre los años 900 a. C. y el siglo XV de nuestra era. Son muchos los indicios. Sin embargo, arqueólogos y antropólogos apenas se atreven a afirmar nada concluyente. Lo más probable es que no haya sido solamente una, sino varias las civilizaciones y culturas que habitaron la Amazonia hasta la llegada de los conquistadores europeos, y que, localizadas en las llanuras inundables, cerca de los ríos, o en tierra firme, habrían desarrollado tradiciones, influencias culturales y una evolución diferentes.


 
EPIDEMIAS MORTALES Pudo ser precisamente la llegada de los europeos a la Amazonia la causante de la desaparición de las ancestrales culturas que la habitaban. La mayor densidad de población en esta zona del planeta habría tenido lugar a partir del siglo XII y hasta el XVde nuestra era, y a pesar de las enormes distancias y de entornos geográficos y características medioambientales muy diferentes, podrían haber sido las enfermedades traídas por estos las causantes de la rápida desaparición de estas culturas.Navegando por el Amazonas, los colonizadores pudieron acceder con facilidad al territorio de los tapajó, asentados en el área central de la región, pero también a áreas remotas, como la cuenca del Alto Xingú, a más de 1.000 kilómetros al sur. En este último lugar, los arqueólogos han hallado signos evidentes de un rápido descenso de la población durante el siglo XVI, muy probablemente relacionado con el contagio de enfermedades infecciosas que, traídas por los europeos, habrían causado estragos entre una población cuya naturaleza, después de haber habitado en la selva durante siglos, no contaba con defensas suficientes para enfrentarse a ellas.


EN PELIGRO DE EXTINCIÓN: Según las estimaciones de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), existen al menos 67 tribus en la selva amazónica con las que aún no se ha contactado. Como en el caso de los sentineleses, su mejor defensa es permanecer lejos de la vista de todos. Leñadores, mineros y cazadores furtivos los atacan sin ningún miramiento y las enfermedades los han ido esquilmando.Un caso particularmente triste es el del indígena Munuzinho de la tribu de los kanoé: perdió uno de sus ocho hijos de tos ferina, dos por sarampión, uno por bicho na barriga -posiblemente un parásito- y una de sus hijas desapareció en Porto Velho, capital del estado de Rondónia, al norte del país y limítrofe con Bolivia. Como si esto fuera poco, su mujer murió después de dar a luz a su último bebé. Si a todo esto se le suma que en las últimas décadas la región se ha ido llenando de rancheros que destruyen la selva para tener terreno para pastos, es fácil comprender la progresiva desaparición de estas tribus.Ahora bien, decir que existen grupos que viven completamente aislados desde el descubrimiento del Nuevo Mundo no es del todo correcto. Muchos de ellos han mantenido contactos esporádicos con colonos brasileños, como es el caso de los hi-me-rima, que se relacionan con los no indios desde hace unos 60 años.


La terra preta (tierra negra, en portugués) es completamente diferente a la improductiva tierra rojiza o amarillenta que predomina en la región. En ella se ha encontrado una gran cantidad de carbón vegetal (hasta un 9 %, cuando en los otros suelos no alcanza el 0,5 %); una alta fracción de carbono (más de un 13-14 % de materia orgánica); gran cantidad de fragmentos de cerámica, huesos de mamíferos, espinas de pescado, caparazones de tortuga y excrementos humanos y de animales, lo que para algunos investigadores apunta claramente a que son el resultado de una actividad humana. Algunas muestras han sido datadas de entre los años 800 a. C. y 500 d. C. 
Este suelo, que forma estratos de entre los 50 cm y 2 m. de espesor, tiene unas características muy concretas: posee una gran fertilidad, una alta resistencia a la descomposición y una elevada capacidad para retener agua y nutrientes, lo que lo ha convertido en nuestros días en objeto de investigación por parte de diferentes programas sobre agricultura sostenible.



ALGUNAS POBLACIONES AMAZÓNICAS
En las selvas tropicales del Amazonas y del Orinoco, con sus ríos caudalosos y su flora y fauna exuberantes, aún existen tribus indígenas casi desconocida y sin embargo, esa misma independencia en que sus pobladores viven ha permitido conocer, a través de los exploradores modernos, sus hábitos de vida en forma más directa que en otras regiones tempranamente colonizadazas por la conquista europea.
Aunque la etnografía de la región es muy compleja, podría admitirse que cinco son sus principales familias étnicas, a saber:
Los aruacos, también llamados araucos y maipures, quizás procedentes de alguna zona del noroeste de Sudamérica, se expandieron en época remota siguiendo los grandes ríos y la costa de las Guayanas, de donde cruzaron hacia las Antillas. Actualmente constituyen una gran cantidad de tribus diversas, separadas entre sí por otros pueblos que se extienden desde la costa de Venezuela  hasta el Pilcomayo y el Paraguay. Cultivan mandioca, tabaco, algodón y batata Usan hamacas de fibras y viven en cabañas de techo cónico. Si bien el vestido se reduce a un taparrabos, son muy aficionados a adornarse la cabeza con plumas, a llevar pendientes en la nariz, orejas y labio inferior; a tatuarse pintarse el cuerpo. Sus armas son el arco y la cerbatana, y sus artesanías así la cerámica, la cestería, el tejido y la talla en madera.
Los caribes, de Venezuela y Guayanas, vivían en grandes cabañas circulares y en palafitos. Usaban hamacas de fibras de algodón o de agave, eran bueno» alfareros y constructores de canoas. Fueron temibles guerreros y practicaban la antropofagia ritual.

Los tucanos se encuentran en las márgenes de varios ríos, en la parte oriental de Colombia y Ecuador. Cultivan mandioca y pimiento, comen banana y ananá, hormigas y langostas. Construyen enormes malocas hasta de 60 metros de largo en cada una de las cuales viven hasta 40 familias al mando de un "tuchaua o cacique. Su único vestido es un collar del que cuelga un cilindro de piedra


Los panos, que habitan especialmente en la cuenca del Ucayali, en el NE del Perú, son muy belicosos. Luchan con arco propulsor, maza y cerbatana, suelen guerrear para procurarse mujeres. Por lo demás, son hábiles constructores de canoas, grandes alfareros y pescadores. Sus antiguos hábitos nudista'. han variado y en la actualidad visten una especie de camisa llamada "cusma"
Los tupíes habitan en la región oriental del Amazonas (valles del Xingu. Tapajoz y Madeira) y también en la costa atlántica y en el alto Paraná. Iban casi desnudos y se tatuaban el cuerpo. Los hombres se atravesaban el labio inferior con el tembetá o barbote y las mujeres vestían el tipoy de algodón tejido que llegaba hasta los tobillos. Eran polígamos y antropófagos. Se dedicaban a la pesca y al cultivo del suelo. Fumaban en pipa y preparaban harina de mandioca y de pescado. Como artesanos se destacan en la construcción de urnas funerarias. Los guaraníes, cainguás y chiriguanos constituyen un importante núcleo de la misma familia.
Los jíbaros: pueblo de Amazonia occidental. Toda la vida del jíbaro está dedicada a la guerra. Con la cabeza cortada de sus enemigos preparan un extraño trofeo de guerra; después de vaciarla cuidadosamente de la totalidad de sus huesos, la desecan introduciendo en ella piedras calientes. Mediante este proceso de momificación la cabeza se contrae progresivamente, hasta quedar reducida al tamaño de un pomelo. El macabro objeto, al cual atribuyen poderes mágicos, lleva el nombre de "tsantsa".


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